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Mujeres místicas.

El poder que tiene la mujer es enorme, aunque algunas duden de la fuerza y la magia que llevan dentro. Durante siglos, la mujer se ha enfrentado al sometimiento y la creencia de que es el sexo débil (si lo vemos desde un punto de vista físico), pero cuenta con un arma muy poderosa que contrarresta esa desventaja: El sexto sentido, la famosa intuición, esa percepción extrasensorial que nos alerta del peligro, nos ayuda a tomar decisiones y es nuestra mejor consejera, es una brújula que guía nuestros pasos y, claro, me gusta pensar en ese sexto sentido como una especie de magia con la que se puede lograr todo lo que te propongas. La palabra mística viene de la voz griega mystikós, en la antigüedad era aquél que figuraba entre los que eran admitidos en los antiguos misterios y que practicaban el misticismo: El estado de la persona que se dedica a Dios y las cosas espirituales. También es conocida como lo que incluye misterio o razón oculta. Desde tiempos ancestrales, las mujeres místic...

Uno de los temas que abordo en mi libro: La llave.

El ego es todo lo contrario a la sencillez. Es esa vocecilla que nos grita por más, es otra manera de nombrar a la ambición, es ese animal hambriento que vive dentro de nuestro ser y se alimenta del Yo. Todo a nuestro alrededor influye para que el ego crezca, la misma sociedad nos impulsa a eso: A ser competitivos, a tener cada vez más (cosas materiales, títulos, reconomientos, etcétera), con la falsa idea de que eso nos hace mejores. En ocasiones se confunde el ego con exceso o carencia de autoestima, aunque en lo personal considero que son dos cosas distintas, ya que puedes tener un autoestima elevado y no por eso exceso de ego. El ego siempre está buscando satisfacer tus deseos con base en parámetros sociales, lo cual no permite que despiertes la conciencia de tu ser. Osho, en El libro del ego, menciona un ejemplo maravilloso. “Alejandro Magno tenía enormes problemas. Su yo interno quería ser el conquistador del mundo, y casi llegó a conquistarlo. Digo casi por dos razones. En su ...

Navidad sin árbol.

El pasado diciembre me rehusé a comprar árbol navideño. No quise comprarlo no porque no me gusten sino porque no sentí el deseo de decorar mi casa con luces y esferas de colores. Sólo coloqué un nacimiento y una nochebuena, y mientras lo hacía; me puse a pensar en todo lo que se ha tergiversado el significado de un día tan especial. Se ha vuelto más un requisito de la sociedad que un día de agradecimiento. Las tiendas atiborradas con objetos alusivos venden felicidades momentáneas que inician con una sonrisa y terminan con la tarjeta de crédito. El árbol de navidad y el significado de los ornamentos decorativos ha ido cambiando a través de los tiempos. Se cree que hasta principios del año 700 un evangelizador Alemán tomó la costumbre de los nativos europeos que adoraban al dios del sol, adornando un árbol para venerarlo, este evangelizador lo cambió por un pino para simbolizar el amor de Dios, luego lo decoró con manzanas como símil del pecado original y con velas para simular la Luz ...

Recuento de año.

Hacer recuento de año en estas fechas se me ha vuelto una costumbre. Me sirve para recapitular y agradecer los buenos y malos momentos, sin estos últimos no habría crecimiento; también para fijar mis próximas metas. Este 2014 me dejó mucho aprendizaje, superé pruebas que antes no había logrado superar del todo, hoy me siento más ligera y más segura. He logrado encontrar el balance interior, entender mis errores y perdonarme, ver mis aciertos y felicitarme para continuar en la búsqueda de mi crecimiento. Doy gracias a Dios por la salud, el amor y la fuerza, por tener la oportunidad de vivir en este maravilloso lugar rodeada de naturaleza, que me llena de paz y me inspira, doy gracias por tener comunicación con mis ángeles y por sus señales. Doy gracias por todas las bendiciones, porque he aprendido a perdonar y enfrentar mis miedos. Este año fue un año de pruebas. Se puso a prueba mi paciencia, el desprendimiento de las cosas materiales, así como la confianza en la meta que persi...

Que no sea demasiado tarde.

Les comparto el escrito para la revista Coma suspensivos. Manuela atendió la llama telefónica. —¿Diga? —Hola, soy yo. José. Manuela guardó silencio acongojada. —No digas nada, sólo escúchame —pidió José—. Anoche soñé que moría y desperté pensando que podemos irnos de este mundo en cualquier momento sin decirle a las personas cuánto las queremos y lo importante que son para nosotros. No recuerdo cuándo fue la última vez que lo dije. Después pensé en nuestra historia y todo lo que significas para mí. Me doy cuenta que eres el amor de mi vida —esperó unos segundos y preguntó— ¿Me quieres aún? —José —dijo Manuela con la voz quebrada— me estás confundiendo con mi hermana —afirmó llorando— murió hace un mes. Hace unos días, revisando las entradas antiguas de mi blog, me encontré con este pequeño diálogo que escribí varios años atrás, y me pareció buena idea compartirlo de nuevo, puesto que ahora que se aproximan las fechas navideñas la gente tiende a hacer regalos o mostrar más afecto...

La felicidad equivocada.

Les comparto otro texto para la revista Coma Suspensivos. Cuando estaba haciendo investigación para mi novela Vida Arrabalera dos años atrás, me encontré con el nombre de Lupe Vélez entre las artistas de cine que llegaron a asistir en los años 30 al Hotel Playa en Ensenada, ahora Riviera del Pacífico. Hace unas semanas me encontré en la librería su biografía novelada Hollywood era el cielo, de la escritora Celia del Palacio. Son de esas historias que te dejan un hueco en el corazón, esos personajes de carne y hueso que llegaron a ser una especie de sueño, una ilusión efímera. Observo su fotografía y pienso: Con tanta juventud, belleza, las metas alcanzadas, con esa energía que la caracterizaba y le dio el apodo de la Dinamita mexicana con todo lo que logró, y aún así no era feliz. Lupe Vélez obtuvo todo lo que se propuso, era de carácter fuerte y decidido; mi perspectiva es que a pesar de ello fracasó: Triunfó a medias, de dientes para afuera, de carátula, de revista, de pantalla. E...

Sin título, sin nombre.

Les comparto mi escrito para la revista Coma Suspensivos. Sangre, dolor, pesar, congoja, almas laceradas, corazones destrozados, muerte… Palabras que suenan a lugares comunes de una novela de terror. Y quisiera que fuera sólo eso: El cliché de una historia macabra, en la que el mal hace de las suyas, pero al final triunfa el bien. ¿Será que México es la antesala del infierno? Que es ¿el infierno mismo? La metafísica me habla de leyes como la causa y el efecto, el ritmo o la polaridad, incluso de la existencia de un karma. El Cristianismo de un castigo divino, el Panteísmo como base del Budismo; de que Dios, la naturaleza y el universo son uno, y así, puedo buscar en todas las religiones, teorías o creencias que ha utilizado el ser humano digamos que para “agarrarse a algo”, pero ¿y para qué? Siendo sinceros, la realidad de la injusticia que existe en nuestro país empaña la visión de un mejor futuro. ¿A qué podemos aferrarnos cuando vemos que esas teorías religiosas no están surtien...