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Amor Incondicional

Estaba sentada en la recepción del consultorio médico esperando ser atendida. Frente a mí, una señora de edad adulta me sonrió. Éramos las únicas en la sala y para olvidarnos del tiempo, empezamos a platicar. El tema recayó en su niñez, me dijo que había sido educada en el colegio Guadalupe Victoria, una escuela fundada y dirigida por monjas. Yo de niña estudié en la primaria Matías Gómez, ésta se encuentra contra esquina de ese colegio. Siempre me preguntaba cómo sería estudiar ahí, dentro de esas enormes paredes pintadas de azul y rejas negras. Me imaginaba historias terroríficas de monjes que espantaban o de monjas regañonas. La señora se rió al comentarle mis pensamientos. — No, las monjitas eran muy buenas — aseguró. — Y, ¿por qué estaba estudiando usted ahí? — Mi mamá me internó cuando yo tenía ocho años, eso fue en 1942, estoy a punto de cumplir ochenta — se sonrió. Llegué cuando la escuela iba empezando y era una casita pequeña. Éramos sólo siete niñas, yo era la número sie...

Yo, de niña.

Es con el corazón como vemos correctamente; Lo esencial es invisible a los ojos. Antoine de Saint-Exupéry. El Principito. Todos tenemos anécdotas que recordar de la niñez, pues esas experiencias han contribuido a nuestro desarrollo e inclusive, influyen en la etapa adulta para tomar decisiones, ya que nos hemos forjado durante ese periodo y gran parte de lo que somos hoy es un reflejo de ello. Nos marcan las personas, las experiencias, las situaciones, favoreciendo al cúmulo de vivencias y reminiscencias, así como del despertar en el asombro y la curiosidad. No recuerdo dónde leí o escuché que cuando no encuentras tu vocación o tu pasión, pienses en tu niñez e intentes hacer de tu vida un juego. Yo, cuando pienso en mi niñez, pienso en mi prima Gloria. Mi prima Gloria es un ser maravilloso y fuerte, un ejemplo de vida. Era gemela. Las niñas adelantaron su llegada a este mundo con cinco meses de gestación, un 17 de mayo de 1980. Los médicos creían que no pasaría la noche, aun así...

Entre pandilleros.

Les comparto mi colaboración en la revista Coma Suspensivos. Entre pandilleros. Las casi tres horas y media que aproximadamente dura el vuelo de regreso del Distrito Federal a Tijuana parecían haberse reducido a una. A algunas personas, cuando saben que escribo, les gusta contarme su historia, y la historia de los dos jóvenes que venían sentados a mi lado me dejó pasmada. Uno es de complexión robusta, llevaba la cabeza rapada y la mayor parte de su piel tatuada con dibujos extraños. Iba vestido con camisa a cuadros, pantaloncillos cortos y anchos, calcetines a la rodilla y tenis blancos. El otro, un poco mas delgado y alto, vestía pantalón café y camisa azul de manga larga. Tenía tatuajes en el cuello y en los dedos. A los pocos minutos de que el avión despegara empezaron a sacarme plática. Preguntaron a qué me dedicaba. Les dije que escribía, lo cual pareció el detonante que les sirvió de desahogo. El de los pantaloncillos cortos se llama José y el de camisa azul Raúl, son hermano...

Una experiencia ecuestre muy diferente.

Les comparto mi escrito para la revista Coma Suspensivos. www.comasuspensivos.com.mx Andrea es una niña de piel clara, cabello oscuro y rizado, recogido en dos coletas. Tiene seis años y parálisis cerebral. La conocí un lunes hace un par de semanas, durante su equinoterapia. Estaba recostada, bocabajo sobre el lomo de Castaña, un caballo color canela. —Hola Andrea —saludé. Ella, al escuchar mi voz, hizo un gran esfuerzo por volver su cabeza y fijar la mirada. Le llamaron la atención mis lentes de sol, me di cuenta porque arrugó el entrecejo y después mostró el asomo de una sonrisa, que le cambió la expresión en el rostro. —¿Cuánto tiempo lleva tomando la terapia? —pregunté a Magui, la encargada —Tres años. —¿Ha notado evolución desde que iniciaron? —quise saber. —Sí, ha sido increíble —respondió—, cuando Andrea llegó era semejante a una muñeca de trapo, no tenía nada de fuerza. Ahora ya puede empujarse un poco y aunque ha sido lento, estamos muy contentos con el avance. Sabemos...

Autoestima.

Hace poco me hicieron una pregunta. Cómo puedo mejorar mi autoestima? La mejor solución sería, tener una varita mágica para arreglar nuestros defectos, resolver los pendientes, corregir los errores y bueno, la lista de deseos continua..., lo cierto es que nadie puede solucionarte nada, habrá algunas excepciones donde los padres, los amigos, el novio, el marido, el dinero, te ayude "por encimita" a maquillar algún pendiente, o problema, que te haga sentir cómodo o comprendido, inclusive aceptado, pero en el fondo, sigues con los mismos temores, acumulas inseguridades que te van debilitando al momento de hacer frente a "x" situación que demande tu coraje. Y es ahí cuando te das cuenta de cómo está tu autoestima. Por ejemplo. Si el novio te engaña con otra chica (supongamos que sucede en la etapa adolescente) lo perdonas y regresas? lo perdonas y lo dejas ir? No lo perdonas pero guardas resentimientos? Sabemos que la traición es un golpe al ego, también depende de cu...

El miedo.

Les dejo mi tercera entrega para la revista Coma Suspensivos, www.comasuspensivos.com.mx El año pasado, estando en una feria del libro en Ensenada, encontré un ejemplar de La Viuda, novela de la gran escritora María Luisa Puga. La portada llamó mi atención: una mujer mayor, robusta, sentada, recargada sobre varios cojines y sosteniendo entre sus manos hojas blancas… me miraba expectante. Tomé el libro y quedé atrapada desde las primeras líneas. “Me da miedo, pero sí hay que aprender a decir no. Miedo porque nunca lo había hecho. No tengo la costumbre. No creía que se pudiera. Y no importa que mi situación en este momento se deba a un no, precisamente. No me quise venir en avión. No quise que me trajeran mis hijos en coche ni que Pina mandara por mí. No. Escogí el tren. Pensando en las películas, lo más probable. En viajes que hice de joven a Guadalajara. Cómo iba a saber que ya no era lo mismo. Pero qué tonta, pues ya nada es lo mismo, cómo no se me ocurrió. Ni Acapulco, ni la Ciudad...

Proyectos de cine, sueños y algo más.

Les comparto, mi segunda entrega para la Revista Coma Suspensivos, no dejen de visitarla, se encontrarán con artículos muy interesantes!!! www.comasuspensivos.com.mx El director de cine René Bueno me recibió en su oficina, enfundado en pantalones de mezclilla, gorro negro con rayas azules, camisa color vino y sonrisa franca. Un póster grande de su última película, Recién Cazado, cubre gran parte de la pared a su espalda, a mi lado derecho fotografías de su primera película, Siete mujeres, un homosexual y Carlos, y en la esquina un perchero del que cuelgan varios gafetes con entradas preferenciales a festivales de cine y eventos especiales. Tomé asiento, con libreta y pluma en mano me dispuse a interrogarlo. Soy de la creencia que si puedes visualizarlo, puedes lograrlo. En 2002, con veintidós años, la carrera de licenciado en comercio exterior terminada, un buen trabajo y todo lo que cualquier egresado puede soñar, me vi envuelta en una especie de sopor depresivo, pues lo que había ...