Mas almas soñadoras, más espíritus aventureros.

Insisto en que hacen falta más almas soñadoras, más espíritus aventureros que nos enseñen que la vida es algo mas que un paso hacia lo desconocido o un escalón para alcanzar lo divino.
Volteo a mi alrededor y encuentro personas que tienen su esencia extraviada entre las cosas mundanas, tales como pleitos monetarios o luchas de poder, y aunque se perfectamente que eso también es parte de este mundo, extraño tener gente a mi alrededor que me motive a seguir creyendo que la vida tiene los colores del arcoiris, que la lluvia te refresca las ideas, que el viento se lleva todo tipo de sufrimiento y que el sol te calienta el corazón.