Entre pandilleros.
Les comparto mi colaboración en la revista Coma Suspensivos. Entre pandilleros. Las casi tres horas y media que aproximadamente dura el vuelo de regreso del Distrito Federal a Tijuana parecían haberse reducido a una. A algunas personas, cuando saben que escribo, les gusta contarme su historia, y la historia de los dos jóvenes que venían sentados a mi lado me dejó pasmada. Uno es de complexión robusta, llevaba la cabeza rapada y la mayor parte de su piel tatuada con dibujos extraños. Iba vestido con camisa a cuadros, pantaloncillos cortos y anchos, calcetines a la rodilla y tenis blancos. El otro, un poco mas delgado y alto, vestía pantalón café y camisa azul de manga larga. Tenía tatuajes en el cuello y en los dedos. A los pocos minutos de que el avión despegara empezaron a sacarme plática. Preguntaron a qué me dedicaba. Les dije que escribía, lo cual pareció el detonante que les sirvió de desahogo. El de los pantaloncillos cortos se llama José y el de camisa azul Raúl, son hermano...