Uno de los temas que abordo en mi libro: La llave.
El ego es todo lo contrario a la sencillez. Es esa vocecilla que nos grita por más, es otra manera de nombrar a la ambición, es ese animal hambriento que vive dentro de nuestro ser y se alimenta del Yo. Todo a nuestro alrededor influye para que el ego crezca, la misma sociedad nos impulsa a eso: A ser competitivos, a tener cada vez más (cosas materiales, títulos, reconomientos, etcétera), con la falsa idea de que eso nos hace mejores. En ocasiones se confunde el ego con exceso o carencia de autoestima, aunque en lo personal considero que son dos cosas distintas, ya que puedes tener un autoestima elevado y no por eso exceso de ego. El ego siempre está buscando satisfacer tus deseos con base en parámetros sociales, lo cual no permite que despiertes la conciencia de tu ser. Osho, en El libro del ego, menciona un ejemplo maravilloso. “Alejandro Magno tenía enormes problemas. Su yo interno quería ser el conquistador del mundo, y casi llegó a conquistarlo. Digo casi por dos razones. En su ...